En 2001, el escritor español Javier Cercas, quien ya tenía varios libros publicados, lanzó al mercado una novela titulada “Soldados de Salamina” sin sospechar que, tiempo después, esa obra sería su trabajo más popular y el que le permitiría obtener numerosos galardones.
Ya desde su título (inspirado en la batalla naval que se desarrolló en el Golfo Sarónico durante el año 480 a.C.), este relato refleja un fuerte contenido histórico que se confirma una vez que el lector descubre la trama.
La acción de “Soldados de Salamina” se desarrolla a partir de que un joven periodista descubre, de modo casual, una leyenda estupenda y reveladora sobre la Guerra Civil española que, en los manuales, parece no existir.
Fiel a su espíritu curioso y deseoso de esclarecer ese antiguo misterio, el comunicador decide reconstruir la situación y así llega hasta la figura de Rafael Sánchez-Mazas, a quien muchos señalan como a uno de los responsables directos del conflicto fraticida.
Frente a las dudas que plantea el accionar de este hombre que logró escapar de un fusilamiento colectivo y sobrevivió gracias a la ayuda de un grupo de campesinos, el narrador se pone como objetivo dilucidar el secreto del misterioso Sánchez-Mazas aunque, a medida que la investigación avanza y los datos salen a la luz, este periodista llegará a la conclusión de que “uno no encuentra lo que busca, sino lo que la realidad le entrega”.
Gracias a la maestría con la que fue escrito, las descripciones incluidas y el valor que se le da a cada uno de los personajes, este libro consigue asombrar al lector y llevarlo hasta un estado de confusión total hasta el punto de hacerlo cuestionarse qué, de todo lo leído, es ficción y cuánto hay de realidad en esta exitosa y polémica novela repleta de acción, intriga y cuestiones históricas.