No podía faltar este libro en nuestro club para amantes de la lectura !! En tono irónico nos acerca al cambio que a través de la lectura ocurre en la vida de una persona bastante especial
Todo una lección de literatura aplicada !!
Si sus perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría
descubierto el vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a
las puertas de las cocinas del palacio. Y no habría conocido a Norman, el joven
pinche de cocina que estaba leyendo un libro de Cecil Beaton e iba a
constituirse en su peculiar asesor literario
.
Pero ya que estaba allí, la reina decide llevarse un libro. ¿Y qué puede
interesar a alguien cuyo único oficio es mostrarse interesada? Isabel II de
Inglaterra descubre en los estantes de la biblioteca el nombre de una escritora
que conoce, Ivy Compton-Burnett. Y de ella a Proust. Y de Proust a Genet, cuya
sola mención hará temblar al presidente de Francia, sólo median algunos libros.
Así, azarosamente, ella, que hasta entonces sólo había sido un lugar vacío
ocupado por una fuerte idea del «deber», descubrirá el vértigo de la lectura,
del ser, del placer.
«Una comedia deliciosa, y una poderosa reflexión sobre el poder, y el poder
de la letra impresa»
(Michael Dirda, The Washington Post)
«Un cuento de hadas cautivador, delicioso y muy divertido. Una aguda
meditación acerca del subversivo placer de la lectura»
(Michiko Kakutani, The New York Times).