Muy entrenida esta entrega de Andrea Camilleri,
Con las primeras luces del alba, el comisario Salvo Montalbano se despierta
sobresaltado por una pesadilla angustiosa. En ella, la capilla ardiente de su
propio funeral se instala en su despacho y todos sus compañeros de trabajo le
dan las condolencias por su reciente fallecimiento. Y lo peor es que Livia le
comunica que no tiene intención de asistir al entierro, pues aunque lo ha amado
tanto en vida, no puede «desaprovechar esa oportunidad».
Pero las zozobras íntimas del comisario quedan en segundo plano cuando la
llegada al puerto de Vigàta de un misterioso velero de lujo coincide con el
hallazgo de un cadáver con el rostro desfigurado. Montalbano se pone manos a la
obra y pronto se verá inmerso en una investigación de muy hondo calado, en la
que el tráfico de diamantes africanos desempeña un papel fundamental.
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